Comenzaremos visualizando una entrevista donde la especialista en educación Guillermina Tiramonti nos comparte las posibilidades y desafíos de abordar el Aprendizaje Basado en Proyectos.
El Aprendizaje Basado en Proyectos-ABP- (PBL-Problem Based Learning) ofrece muchas ventajas y a la vez asumir una serie de desafíos cuando se implementa en el aula. Sin embargo, podemos poner en práctica distintas estrategias para afrontar con éxito esos retos. Algunas de las ventajas en el aprendizaje incluyen:
El aumento de la motivación: Los estudiantes pueden elegir la extensión de los contenidos, y el modo de presentación. Son ellos los que construyen sus proyectos de acuerdo con sus propios intereses y habilidades, guiados por el docente.
El incremento de la capacidad de resolucióndeproblemas: estimula a los estudiantes a participar en contextos complejos y no bien definidos. Desde el principio, los alumnos deben identificar sus temas y problemas, a continuación, buscar posibles soluciones. Al fomentar la participación, tanto en el trabajo independiente y como en el grupal, los estudiantes deben mejorar sus habilidades de resolución del problema así como sus habilidades de pensamiento crítico.
La mejora de habilidades para la investigación: ofrece una verdadera conexión con el mundo alrededor. Los estudiantes llevan a cabo investigaciones utilizando múltiples recursos de información. Al ubicar los propios recursos, sus habilidades de investigación se desarrollan y mejoran.
Una mayor colaboración: En las etapas de procesamiento de la información, los estudiantes crean y organizan sus grupos. Comparten conocimientos y colaboración y construyen sus “soluciones”. A través de la colaboración, se desarrollan habilidades de comunicación social y sea perciben múltiples perspectivas.
Una experiencia para la gestión de los recursos: proporciona a los estudiantes experiencia en la organización del proyecto y la gestión del tiempo para la programación de los recursos necesarios.
El método del ABP se caracteriza por una serie de cualidades y una secuencia didáctica determinada que lo definen. La secuencia didáctica no es un esquema cerrado, pero garantiza que las actividades tengan lugar siguiendo un orden coherente, y nos ayuda a priorizar y estructurar la práctica en el aula.
Fundación Telefónica
En el marco del ABP podemos incluir además algunas de las claves educativas para el 2020 que propone la Fundación Telefónica y que pueden descargarse aquí
Este modelo propone al docente una doble visión: la del maestro puesto, en esta circunstancia, en función de aprendiz, pero elaborando productos desde la óptica del estudiante que será beneficiario de la transmisión de los conocimientos por parte del docente.
El objeto de este ponerse "en lugar del que aprenderá" es ayudar al docente a reflexionar sobre las dos actividades condicionantes del aprendizaje: por una parte, las estrategias y estilo de enseñanza del docente y, por otra, las estrategias y estilo cognitivo de los estudiantes.
El docente, a la hora de enseñar, debe enfrentar las características individuales de los estudiantes para favorecer su crecimiento como persona. La "individualización" o personalización de la enseñanza consiste principalmente en la "individualización" de los métodos. Existe una estrecha relación entre el nivel de conocimientos previos del estudiante y la respuesta a los diferentes métodos de enseñanza. El planteo didáctico es el soporte que se da al estudiante en la organización del contenido del aprendizaje, en el uso de incentivos atencionales y motivacionales, en el uso de retroalimentaciones y en el seguimiento atento de sus progresos y dificultades. Basados en estas premisas el ABP propone una perspectiva constructivista como fundamento de la actividad.
Teoría del aprendizaje significativo y sus implicancias en la acción educativa
Para asegurarnos un punto de partida común, es conveniente recordar los postulados de Ausubel en su teoría del aprendizaje significativo.
Esta teoría considera al aprendizaje como significativo cuando puede relacionarse de un modo no arbitrario con lo que el estudiante ya sabe. Es decir, cuando se incorpora a estructuras de conocimiento que el sujeto posee y adquiere significación en función de sus conocimientos anteriores. Ausubel propone considerar dos dimensiones: el aprendizaje del estudiante -que puede ir desde lo repetitivo o memorístico hasta el aprendizaje plenamente significativo- y la estrategia de enseñanza, basada en el descubrimiento por el propio estudiante.
Para Ausubel, aprender es sinónimo de comprender, lo que se comprenda será lo que se aprenda y se recordará mejor. Los conocimientos nuevos están relacionados con los que ya posee y deberán provocar una predisposición favorable para que el sujeto encuentre placer en comprenderlo e incorporarlo. La predisposición del estudiante no depende del docente, pero éste debe buscar la manera de favorecerla a partir de la relevancia de los saberes que intenta transmitir.
Para que el aprendizaje sea significativo debe cumplir ciertas condiciones:
El material a aprender tiene que poseer significado en sí mismo, debe estar estructurado lógicamente.
El estudiante debe contar con ideas inclusoras, relacionadas con el nuevo material, que serán los nexos entre la estructura cognitiva preexistente y las ideas nuevas (organizadores avanzados).
Esta teoría tiene las siguientes implicancias en la acción educativa:
Permite orientar la organización de la tarea cuando el docente tiene en consideración los saberes previos, para lograr una selección de contenidos bien estructurados, comprensibles y vinculados con el contexto sociocultural.
Considera que el factor motivacional es imprescindible para poner en marcha el proceso.
Pone de relieve la valoración de la instrucción y especialmente del docente y sus estrategias, dada la necesaria intervención para la producción de los aprendizajes significativos.
El desarrollo de la metodología del ABP puede seguir unas fases determinadas.
Es importante reflexionar sobre el sentido y la enseñanza del aprendizaje basado en proyectos y distinguirlo de otras estrategias metodológicas.
La enseñanza tradicional se caracteriza por que el profesor presenta unos contenidos, los estudiantes practican con ellos y finalmente realizan una evaluación en la que normalmente o bien reproducen los contenidos o replican alguna actividad.
Frente a ésto, otra manera de enseñar consiste en que el docente plantee a sus estudiantes una pregunta, un problema que deben superar. Para llevar adelante esta tarea, los estudiantes deben encontrar información, procesarla, elaborarla y compartirla. Además, deben aplicar esta información a la resolución de un problema real.
Una de las estrategia que el docente puede desarrollar implica realizar preguntas que ayuden y guíen a los estudiantes. Estas preguntas orientan el abordaje del currículum y además:
Fomentan la investigación.
Generan nuevos saberes.
Impulsan la búsqueda y la creación de un nuevo saber en el aula.
Logran motivar a los estudiantes y proveerles un contexto significativo para su aprendizaje.
Conectan la materia de estudio a la vida del estudiante, el aprendizaje cobra su significado.
Dan un “balance” al proyecto entre el contenido y su comprensión.
Otorgan la estructura para organizar la indagación a lo largo de los proyectos.
Melina Furman, nos propone en el siguiente video comprender la formación del pensamiento científico y tecnológico, a través de la promoción del aprendizaje activo, significativo, responsable y cultivado por la curiosidad, a través de ejemplos y reflexiones profundas.
Hoy, una meta importante de la evaluación en el aula es mejorar el aprendizaje y documentar su diseño. La evaluación no es un evento solitario, sino más bien un proceso continuo a lo largo de un proyecto. La evaluación puntual y la continua residen en el centro del aprendizaje basado en proyecto y provee un mecanismo para que los estudiantes demuestren –de muchas maneras- qué es lo que saben. La evaluación se convierte en una herramienta para el mejoramiento más que en una prueba de inteligencia o acumulación de datos. Con evaluaciones puntuales a lo largo de una unidad de aprendizaje, el docente aprende más acerca de las necesidades de sus estudiantes y puede ajustar el aprendizaje para mejorar el rendimiento de los estudiantes.
La evaluación es parte de la enseñanza y, por lo tanto, también debe estar presente en la planificación. En el momento de planificar una secuencia de clases, un programa, una unidad, es necesario considerar también la evaluación y establecer: en qué momentos se recogerá información; definir qué aprendizajes debe lograr el estudiante considerando cómo se vinculan con los propósitos que el profesor se ha propuesto; la selección y elaboración de instrumentos de evaluación, además de anticipar modos de realizar devoluciones a los estudiantes que contribuyan al logro de los aprendizajes.
Según Edith Litwin las buenas prácticas de evaluación son “[…] prácticas sin sorpresas; enmarcadas en la enseñanza; que se desprenden del clima, ritmo y tipo de actividad de la clase; en la que los desafíos cognitivos no son temas de las evaluaciones sino de la vida cotidiana del aula, atractivas para los estudiantes y con consecuencias positivas respecto de los aprendizajes…”.
Desde el punto de vista del estudiante, es deseable que la evaluación sea parte del proceso de enseñanza y de aprendizaje, para convalidarlo y/o reorientarlo. De este modo, le permite al estudiante conocer su avance en relación con los criterios curriculares previstos, a fin de ajustar sus esfuerzos, identificar obstáculos, localizar dificultades y contribuir a revisar y a ajustar estrategias de aprendizaje, y promover la autorregulación.
Desde el punto de vista del docente, también es deseable que la evaluación tenga una acción reguladora del proceso de enseñanza, en tanto le permite valorar los logros de los estudiantes, revisar y ajustar las estrategias de enseñanza, la planificación y la evaluación.
Ahora bien, y considerando que si las condiciones sociales de los alumnos siempre son diferentes; si los ritmos y formas de aprendizaje son diversos, si los puntos de partida nunca son homogéneos, lo que se aprende no puede estar estandarizado, sino diferenciado de acuerdo con las condiciones y los procesos individuales de los estudiantes.
Como menciona Anijovich el trabajo en aulas heterogéneas, la enseñanza en el marco de la diversidad implica también atender la evaluación de modo coherente.
A lo largo de una unidad, los docentes recopilan sistemáticamente información acerca de qué y cómo sus estudiantes están aprendiendo. Escuchan las discusiones de pequeños grupos, observan a los estudiantes ocupados en actividades estructuradas y no estructuradas y hacen preguntas mientras trabajan con ellos.
Estas evaluaciones continuas -que pueden darse antes y durante la unidad de estudio- se denominan evaluaciones formativas. Los docentes utilizan la información proveniente de estas evaluaciones para efectuar ajustes al aprendizaje y para mantener a los estudiantes encaminados en las tareas del proyecto. Cuando los docentes involucran regularmente a los estudiantes en la recopilación y revisión de esta información, pueden ayudar a los estudiantes a desarrollarse como aprendices seguros e independientes.
La evaluación formativa es más efectiva cuando:
Los estudiantes se dan una idea clara de lo que necesitan para aprender.
Los estudiantes reciben información continua sobre sus progresos en relación con objetivos de aprendizaje.
Los estudiantes autoevalúan su propio progreso.
Los docentes proveen un aprendizaje en la medida específica que deben tener los estudiantes para lograr el éxito.
En las aulas centradas en los estudiantes, los docentes evalúan a los estudiantes, los estudiantes evalúan entre sí, pero, en última instancia, los estudiantes se evalúan a sí mismos. Cuando los estudiantes evalúan sus propios procesos de pensamiento y los productos que crean, ellos están haciendo algo más que buscando errores. Esta capacidad los faculta para reflexionar sobre la calidad de su trabajo y sus procesos de trabajo de manera concreta y les permite modificar sus estrategias de aprendizaje para ser un aprendiz más eficiente y eficaz.
Las evaluaciones sumativas, aquellas que se dan al final de una unidad o proyecto, pueden proveer información útil si los docentes y los estudiantes le dedican el tiempo para observarlas analíticamente. Los docentes pueden descubrir áreas de insuficiencia a ser abarcadas con mayor profundidad en unidades venideras y con eventuales grupos de estudiantes. Los estudiantes pueden identificar áreas problemáticas y fijarse metas para aprendizajes ulteriores.
La evaluación para las unidades basadas en proyectos, debe ser planificada para:
Utilizar una variedad de estrategias de evaluación
Incluir evaluación a todo lo largo del ciclo de aprendizaje
Evaluar los objetivos importantes de la unidad
Involucrar a los estudiantes en los procesos de evaluación
Para ayudar a que los estudiantes se involucren en los procesos de aprendizaje, los docentes deben proveer a los estudiantes con:
Criterios claros por adelantado
Modelos y lineamientos para trabajos de alta calidad
Oportunidades para que monitoreen su propio progreso
Métodos para brindarle retroalimentación constructiva a los compañeros y para incorporar la retroalimentación de los compañeros, para mejorar el trabajo
Tiempo para reflexionar y mejorar sus procesos y productos
Apoyo para la fijación de nuevas metas para aprendizajes futuros
El Lic. Horacio Ferreyra nos comenta, en el siguiente video, acerca de la evaluación de los aprendizajes:
Fuentes: Litwin, E. (2008). El oficio de enseñar. Buenos Aires, Paidós.
¿Dar Química en una escuela con orientación en Artes?
Para
que sus alumnos se interesaran en la materia, la docente Irina Busowsky les
propuso crear una tabla periódica de los elementos con herramientas digitales,
combinando conocimientos de arte y música con los propios de la disciplina.
Así
nació Proyecto ARTómico, que contó con la ayuda de docentes de otras
asignaturas.
Proyecto «Aula multisensorial»
El proyecto «Aula
multisensorial» se llevó a cabo en la Escuela de Educación
Secundaria Técnica N.° 2 «Patricias Argentinas», de la ciudad de Junín,
provincia de Buenos Aires.
El proyecto consistió en la construcción de un aula
para las escuelas de Educación Especial de esa localidad.
Taller de fotografía: «Fotonovela»
Juan José Rocuzzo es alumno del Instituto Superior de Bellas
Artes «Juan Yapari», de Santiago del Estero. Nos cuenta que junto a sus
compañeros hicieron un proyecto de fotonovelas, para el que utilizaron el
programa Comics Life.